Los hongos psilocibios, conocidos comúnmente como “hongos mágicos” debido a sus propiedades psicodélicas, están experimentando re valoración en su percepción y uso en la comunidad médica y científica. A medida que se profundiza en la investigación sobre estos hongos, se ha descubierto que tienen un potencial terapéutico significativo en el tratamiento de diversas afecciones que involucran principalmente la salud mental.

El principio activo clave en los hongos psilocibios es la psilocibina, que en el cuerpo es metabolizada a psilocina, una molécula capaz de llegar al cerebro y estimular de manera específica ciertas redes neuronales y promover también eventos de neuroplasticidad. Esto ha motivado a varios investigadores en todo el mundo a estudiar su capacidad para tratar afecciones como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la adicción.

La terapia psicoactiva, que involucra la administración controlada de dosis altas de psilocibina en un entorno terapéutico, está emergiendo como una opción efectiva para tratar la salud mental. Estas experiencias involucran alteraciones sostenidas de la conciencia y la percepción, que pueden durar entre 3 a 6 horas. Los pacientes que han participado en estos tratamientos informan experiencias profundas, transformadoras y catárticas que pueden conducir a una mayor comprensión de sus problemas y una reducción significativa de los síntomas.

La terapia no psicoactiva, que involucra la administración controlada de dosis muy bajas psilocibina, permite poder desarrollar las tareas cotidianas sin percibir alteraciones del tipo psicoactivas. Este abordaje se presenta como una alternativa novedosa y está siendo objeto de estudio por varios grupos de investigación.

Estudios clínicos y observacionales han demostrado que la psilocibina en ambas modalidades de administración puede producir resultados positivos en pacientes con depresión resistente al tratamiento. Además de aliviar la depresión, se ha observado que ayuda en la reducción de la ansiedad y mejora del humor.

A pesar de los avances, la psilocibina todavía enfrenta obstáculos legales y regulatorios en muchas partes del mundo. Sin embargo, hay un impulso creciente para cambiar estas restricciones y permitir un acceso más amplio a la terapia con hongos psilocibios. Australia se convirtió en el primer país del mundo en autorizar su uso, mientras que en Estados Unidos e Inglaterra veteranos de guerra exigen al gobierno la regulación y acceso para poder tratar el estrés post traumático.

Los hongos psilocibios y la psilocibina representan un interesante avance en el abordaje de la salud mental. A medida que la investigación continúa y se reducen las barreras legales, es posible que veamos una mayor integración de estos compuestos en el campo de la medicina, brindando esperanza y alivio a aquellos que luchan con mejorar su calidad de vida. La “revolución psicodélica” está en marcha, y los hongos psilocibios están en el centro de esta transformación en la atención médica.

Por: Dr. Luis Acosta, Biólogo y Doctor en Fisiología Doctorado en Neurociencias Yale University, para AAMI